«Nada más bajarme del avión vi a mis dos nuevas hermanitas corriendo (sí, corriendo) por el aeropuerto hacia mí. Ahí estaba yo, en un aeropuerto en un país extranjero, abrazando a gente a la que nunca antes había conocido, y en ese momento me sentí más en casa que nunca.»
Rebeca, Programa Clásico en EE.UU.